domingo, 21 de febrero de 2010

breve justificación micrera

Ya, si sé que nunca hice una introducción a esta rola de los boletos de micro, pero ¿qué habría qué explicar? Todos los días me hago dueño de al menos dos de ellos, en consideración a mi fiel desempeño como usuario del transporte público. Algunos han llegado a mis manos cariñosamente, mientras que otros (generalmente doblados desde el puño de un conductor furioso) no.

¿Qué hacer con tanto boleto inflando la mochila, invadiendo el tarro de los psicotrópicos? Pues las aburridas clases de bachillerato, método I y algunas de teoría II, me dieron la respuesta. Dibujar y dibujar, crear seres y mensajes rayando lo absurdo, homenajeando a los no iniciados, a quienes desdeñan los que se creen santos, profetas o poderosos (Teillier 1985), los cuales también desdeñarían mi pobre técnica ilustrativa. Da lo mismo, el objetivo es hacer de la basura un objeto con sentido, en donde pueda converger el pelacablerío anómalo e inmediato que invade al ser en esos pequeños instantes de lucidez, boletos: hijos del destello.

3 comentarios:

Pájaro Verde dijo...

hijos del destello!!!! :D

Ada (sin h) dijo...

:D podrías hacer un mural en mozaico con muchos boletos de micro dibujados.
O un álbum de boletos

chamico dijo...

sabes, lo he pensado!
estoy juntándolos para hacerlo =P