domingo, 11 de abril de 2010

Los salvajes metropolitanos
cazan-recolectan vacuidades,
desplazándose sobre bestias
de sangre fósil
cuyo resplandor es otro
artificio de la urbe.

Existen signos, señales ocultas
que advierten, protegen de los
abismos:

"cruzar al otro lado es no volver"

y el riesgo y la búsqueda
devienen inquietantes.

Selvas paralelas,
otros signos y señales,
iniciaciones delirantes frente al fuego
de neón.

Las máscaras emergen y nada hay detrás.
Por eso buscan, peregrinos,

lo trascendente.
 

1 comentario:

fabiancocq dijo...

me recuerda a mi.