martes, 22 de julio de 2014

biografía social de un vampiro, capítulo 0 y 1/2

Pucara camina por las pestilentes calles de Valparaíso. Tiene más de tres mil quinientos años, pero asemeja a un joven de treinta. Moreno, de estatura media, cabello negro y poco vello, pasa desapercibido en los países latinoamericanos, aunque ha tenido uno que otro entuerto en sus viajes por Europa, sobre todo desde el siglo XX. Sus sentidos son más efectivos que los humanos, por lo que el hedor a orines de la ciudad lo marea un poco. Sin embargo, camina decidido en pos de su objetivo, encontrarse con la extraña criatura que lo convocó mediante una breve misiva:

Pucara, descifré las señales repartidas en algunos documentos, dando así con vuestra dirección. Le escribo, respetuosamente, para concertar una reunión con usted, puesto que estoy interesado sobremanera en los pormenores de su vida, larga y enmarañada aunque, a su vez, frugal y misteriosa. Lamentablemente, por razones de incapacidad física, no puedo abandonar mi residencia, ubicada en Valparaíso, específicamente en el Cerro Concepción. Mi mayor deseo es conocer los entretelones de vuestra vida, a fin de escribir una biografía basada en ella. Soy un firme creyente en la libertad de la vida y el fin del anonimato entre las especies no humanas. Mi caso es como el suyo, un silencio mítico me enclaustra en una vida de agasajos, pero también de aburrimiento, por lo que deseo aportar, a través de su historia, con el despertar y la apertura de la sociedad humana, a fin de poder desplazarnos por ella sin problemas, sin temor. Al final de la carta adjunto mi dirección, en caso de que su respuesta sea afirmativa y se decida a visitarme. Agradecería infinitamente su colaboración en este proyecto. 

Se despide, cariñosa y respetuosamente, 


La caligrafía de la carta era extraña, un poco errática y desordenada, además, el sobre tenía un ligero olor a amoniaco. De todas formas, Pucara decidió ir al encuentro del misterioso emisor, pues hace tiempo tenía ganas de repasar su vida, y qué mejor forma de hacerlo que a través de una entrevista que podía (y debía) derivar en un libro. Hacer masivo el conocimiento de la existencia de los de su especie no era cosa menor, pero al parecer la sociedad latinoamericana ya estaba lista para ello. El fanatismo de algunos jóvenes (ahora viejos) llamados góticos o dark en el siglo pasado abrió las puertas a la posibilidad. Aunque será inesperado que los primeros vampiros no sean europeos, como tanto tiempo se pensó gracias a esa literatura fruncida y edulcorada proveniente de aquellas latitudes o de sus colonias. Rumania, Alemania, Francia, Nueva Orleans… no son más que supercherías, piensa Pucara. Los vampiros nacieron en América, en Latinoamérica para ser exactos, y él fue uno de los primeros. Tiempos silenciosamente violentos lo vieron brotar desde las fuentes sacrificiales de Chavín de Huántar, y tiempos violentos lo verán emerger desde el bullicio masivo del siglo XXI. Poco ha crecido la humanidad espiritualmente. Entendible, quizás, a causa de su esencia mortal. Corto es el tiempo que tienen para crecer y aprender.

Concepción 191, timbre 4, esa es la dirección. Pucara ya está allí, pero en la carta decía que debía esperar hasta las once de la noche, por razones que luego le explicaría su anfitrión. Se instala al frente del edificio, sentado en las escaleras de una puerta de principios del siglo XX, bastante deteriorada. Qué ciudad más malavenida, piensa el vampiro, aunque ha visto tantas ciudades surgir y caer que no debería sorprenderle. Sin embargo, siempre es triste el deterioro de lo material y lo cultural, cavila, como normalmente hace cuando está aburrido. Ya es tarde y el hambre comienza a corroer sus secas venas. Tal vez sea hora de un tentempié.


[continuará]

lunes, 21 de julio de 2014

la lógica del borrador

Habimos gente incapaz de terminar la mayoría de nuestras ideas. Vamos a medio camino y aparecen otras, entonces nos desviamos, damos vueltas de carnero, caemos parados o de poto, y empieza un nuevo proyecto, dejando inconcluso el anterior. Quizás (probablemente) es una mala costumbre provocada porque nunca solté el lápiz mina, o si ocupé tinta el cuaderno se llenó de tachaduras, na' de corrector guataesapo. Y acá, en digital, todo es un borrar cortar pegar agregar. 

Nunca terminé mis cómics, nunca los entinté, nunca cerró historia alguna. Mis cuentos para qué decir, los pocos que escribí o que me atreví a escribir ahí quedaron, empolvándose en cuadernos abandonados. Y eso es lo que tiene el blog: sirve para esta interminable fiebre de ideas inconclusas. La soledad del blog, donde apenas tres amigxs leen las ocurrencias de un sujeto que se declara incapaz de crear un producto completo.

Este mismo texto, que era una idea decente según yo, ahora cae y recae. Pensé que tenía algo que decir y quizás ese fue mi error. Uno siempre dice, aunque sea mediante fragmentos. Algo bueno debe tener seguir la lógica del borrador permanente, una cierta libertad. Pero no se vaya a confundir con libertinaje, diría mi abuelita. 


jueves, 17 de julio de 2014

hallazgos selváticos

del cuaderno de literatura indígena, año 2012



miércoles, 9 de julio de 2014

La Torre Oscura I: El Pistolero

Primera novela del ciclo de La Torre Oscura, la magnus opus de Stephen King. Trata sobre Roland, último pistolero -proveniente de una especie de orden feudal- y la persecución que emprende contra El Hombre de Negro, personaje espectral que tiene que ver con el pasado de ambos. En ese camino nos enteramos de algunos aspectos de la personalidad de Roland a través de su relación con personajes que va pillándose en un camino algo desértico, del medio oeste, con un oasis por ahí, una estación abandonada por allá y uno que otro ser mágico benigno o maligno. Paralelamente a la acción, Roland se sumerge en reflexivas revisiones de su pasado, enterándonos gracias a ello de su historia personal y el orden social bajo el cual vivía.

Todos estos son primeros vistazos a un universo extraño, con influencias tanto de El Señor de los Anillos como de las películas de Clint Eastwood (el mismo King lo dice en su introducción a la nueva edición del año 2003, algo aumentada por alrededor de 30 páginas, la que me agencié para leer), con algunos toques de ciencia ficción, dicen, en las siguientes novelas.

2014 [1982]
Editorial de Bolsillo
Buenos Aires
Western metafísico -aunque se me hizo tedioso tanto desierto- con algo de suspenso. El libro es entrete, una especie de El Topo en novela, pero al igual que en la película de Jodo, quedan miles de preguntas sin respuesta. En este caso no se trata de un tema de interpretación libre, sino de que la saga de La Torre Oscura está compuesta por otros siete libros. Eso es lo malo de El Pistolero, que no se vale por sí mismo. Leer la novela es pasar un buen rato, no lo niego, pero todo queda demasiado inconcluso, y me parece que es necesario leer el(los) siguiente(s) libro(s) para que la historia adquiera sentido. No queda otra que conseguirse la continuación: La Llegada de los Tres. Se me hace que es mejor leer este libro con sus hermanos, ya que individualmente es algo ingrato. Pero la tragedia no termina allí; leí por ahí que algunos personajes y circunstancias se cruzan con los de otras novelas de King. Yo no soy conocedor de su obra, este es el primer libro que leo de él (y claro que he visto un montón de películas basadas en sus historias, pero no es lo mismo), así que no disfrutaré tanto esas intertextualidades que de seguro son para el regocijo de los entendidos.

No queda otra que conseguirse el siguiente libro. Antes vendían hartos en FeriaMix, aunque siempre del III en adelante me parece. Nunca estaba el I, por eso cuando lo pillé en la feria del libro de la San Sebastián no me quedó otra que adquirirlo. Ya no existe FeriaMix y no hay ferias de libro hasta no sé cuándo (si nunca hay casi en Valdivia), así que sinceramente creo que no hay pa' cuándo encontrar el segundo.

lunes, 7 de julio de 2014

amor en los tiempos del feisvuk

El niño que me gusta aceptó mi invitación de amistad en feisvuk. Qué emoción. Ahí está, conectado, ¿le hablo o no le hablo? Ay qué nervios. Ya van 2 días de amistad, vi todas sus fotos, pero no le puse like a ninguna, no quiero que piense soy una psicópata. Pucha, no me habla, tal vez yo debería iniciar una conversación, pero qué le digo. Uf, llevo 4 días de amistad y aún nada, aunque ahí está su lucecita verde siempre presente. La mía también, o sea, él me ve conectada todo el día ¿pensará que no tengo nada más que hacer? Mejor me salgo de esto, no vaya a pasarse el rollo de que soy una vaga y no hago nada de mi vida más que estar en feisvuk. Ahora me salí, pero vuelvo cada diez minutos, de incógnito, invisible, con el chat cortado, y no sé si él está ahí. Pero volver a prender mi luz es la muerte de las posibilidades, no creo que se interese por una enviciada a la red social. Necesito ocupaciones para gustarle, sí, pondré un par de videos combativos conscientes, uno que otro mensaje lúcido de vez en cuando, llamaré su atención, provocaré su interés. Los días pasan y no recibo ningún like, creo que no le gusto. Fue lindo mientras duró, pero mejor desengañarse, total, no podría estar con alguien que no fuese capaz de aceptarme como soy. Si le gusto tiene que ser con todas mis virtudes y defectos, y si le molesta que me la pase en el chat, cosa de él, total tan lindo no es tampoco. En realidad no sé por qué me gusta, sólo sube fotos de gatos y videos de grupos musicales pasados a mtv. Más encima le gusta García Márquez y El Túnel, apuesto que nunca leyó nada aparte de lo obligado por el colegio. Y esa cantidad desmesurada de selfies, qué egocéntrico, qué latoso. No como yo, que busco un equilibrio en mi muro, soy una esteta del feisvuk. No como yo, que escucho música singular, leo cosas importantes, comparto entrevistas y documentales de interés ciudadano. Cabro de miéchica, vendido al sistema, no como yo, yo, YO.