miércoles, 25 de marzo de 2015

maldita química

Hoy desperté abatido, dudando de mi existencia en esta realidad tan charcha. La rabia invadía mi corazón cual Katie Kaboom.


Con dificultad me desenredé de las sábanas, tragué mi huevo a la copa y bebí un té francamente insalubre. Luchando por no sucumbir ante la desesperación, agarré mis zapatillas y partí al gimnasio, al cual no iba hace casi una semana. Luego de una rutina de ejercicios de hora y media me abrí como después de meses esperando dentro de una crisálida de tedio y desesperanza. Así es, yo que tanto pontifiqué sobre la mente, yo que apenas me podía mi cabeza y arrastraba mis pies por los fangosos caminos del intelecto, comencé a exudar endorfinas. Y acá estoy ahora, trabajando de lo más bien, con un futuro prometedor por delante y una mente relajada y lista para escribir, escribir, escribir lo que tengo que escribir.

No todo era tan mental, no todo era tan terrible, sólo faltaba moverse. ¿La gente sabrá de esto? Mi premio esta noche será continuar con mi lectura de Ana Karenina y alguno que otro cómic. Esto es vida señores y señoras.


viernes, 20 de marzo de 2015

citas sobre la felicidad

[...] la felicidad no pertenece al campo restringido de los afectos, como el gozo o el sufrimiento, sino que es una apertura a la totalidad del psiquismo en su dimensión más profunda. En la felicidad, la conciencia se hace transparente al ser y refleja la vida auténtica, que brota vigorosa y espontánea desde lo más hondo de lo anímico.
[...] es el propio estado del psiquismo y su tono emocional lo que define el sentido de la experiencia y lo que, en definitiva, determina que se experimente la vida como feliz, conflictiva o desgraciada.
[...] si se quiere ser feliz hay que aprender a serlo aquí y ahora; con lo que se tiene y con lo que se es. No se trata entonces de obtener algún fin determinado, sino de alcanzar una actitud cuyo secreto radica, a nuestro juicio, en la aceptación de sí mismo y de la vida, con sus luces y sus sombras, con sus dones y sus límites. 
 (Sergio Peña y Lillo, El Temor y la Felicidad)

jueves, 19 de marzo de 2015

desmemorias de una pulga

Desperté con tremendo dolor de cabeza y no recuerdo absolutamente nada de mi vida hasta ahora. Igual se está bien aquí, este frondoso bosque me envuelve en su calidez. Al parecer se trata de una pierna peluda, ¡ahora recuerdo! hace semanas encontré este maravilloso lugar: reservas de sangre ilimitada, una protección natural de vellos contra las uñas depredadoras, un huésped a todo trapo.

Me siento bien, ya estaba cansada de las vulgaridades de Bella, su tío cochino y el padre Ambrose, que de religioso tiene muy poco. Igual me invadió la ira cuando, tras escribir con mucho esfuerzo aquel libro que me hizo famosa* (imagínense lo que fue transportar la tinta hasta las páginas vírgenes para poder expresarme, ¡era el siglo XIX , carajo!) pusieron "anónimo"... qué manera de robarme el crédito. Ese tal anónimo me las pagará. Por eso me vine a Valdivia, algo escuché de que por estos lados ha dejado su huella ese ser despreciable. Mientras lo encuentro usufructo de este joven peludo que me encontré. Me he vuelto gorda de tanto festinar, su sangre es tierna y me embriaga, debe ser por su afición a la marihuana. Celebro su miopía, porque cuando me busca no me encuentra. Quizás me olvide de anónimo y me quede viviendo aquí ¡qué rayos!

*Memorias de una Pulga, publicado por las más afamadas imprentas clandestinas (y legales) de los siglos XIX, XX y XXI. Acá algunos ejemplos de ediciones magistrales (Desde Tusquets a ediciones Olimpo, ¡eso es triunfar! gracias califas del mundo):




lunes, 16 de marzo de 2015

estos locos clásicos

Linda la custión. Tras años eludiendo la lectura de los clásicos decidí lanzarme con el ruso Tolstói, empezándome Ana Karenina. Todo iba bien hasta la página 50, en que me pregunté si la traducción sería decente, entonces googleé al respecto y puf. Resulta que la edición que tengo ¡es como las huifas!

Puto diario La Tercera y sus promociones-ediciones añejas

¿Que hago ahora? ¿Continuar con 600 páginas de ignominia o buscar otra traducción? Pero no tengo dónde, ya se venció mi matrícula en la universidad y me fueron cerradas las puertas de la biblioteca en la cara. Aunque en realidad si tengo otra opción: la biblioteca municipal, pero están locos si creen que me leeré ese mamotreto en una semana. Bueno, nada que hacerle, iré a echar una mirada por si hay una versión mejorcilla, y si me demoro en devolverla pues me demoro nomás, no sería la primera vez en todo caso. Ojalá haya alguna edición decente, de lo contrario seguiré cargando con mi cruz literaria. Sin embargo, hasta ahora, igual está entrete el libraco, entonces una traducción buena ha de ser algo brutal...

Actualización: Fui a la biblioteca municipal y no tenían el libro, estaba prestado (qué se creen estos ordinarios, ¡andar leyendo mis libros!). Le conté mi predicamento a la bibliotecaria: "pucha, es que me lo empecé, pero la traducción es mala. ¿Se acuerda cuál edición tienen aquí?". Me miró con cara de "chuta el cabro mañoso" y respondió: "no tengo idea, mijito". Por lo menos me traje un par de cómics, para que el pique no haya sido en vano.

viernes, 13 de marzo de 2015

Secretos de una investigación

En un afán por dar a conocer aspectos generalmente omitidos, ignorados o, incluso, ocultados del trabajo investigativo, nos proponemos compartir con la alegre multitud que nos sigue (3 gatos locos) los secretos del desarrollo de una tesis:

Estación de Trabajo 

Caos Teórico-Metodológico

Ejercicios de Meditación efectuados por el tesista

esta historia continuará
(al menos hasta entregar el borrador final)

jueves, 12 de marzo de 2015

dilema del talibán hipersensible

El otro día me encontré con un amigo y entre conversación y puestas al día le conté que iba a ir a un concierto de Magma, lo que me emocionaba sobremanera. ¿Magmamix?, preguntó él. Luego de aclararle que no se trataba de unos locutores jugosos dándoselas de músicos, sino de una de las bandas más importantes de la escena rockera-jazzística-progresiva, nos quedamos hablando un rato de música. Entonces, como me dijo que le gustaba Congreso, le dije que Fulano también era re bueno. ¿Fulanito?, me preguntó. Luego de estos equívocos me resigné a comentar "qué loco está el clima" y me despedí precipitadamente dando cualquier excusa. A la vuelta de la esquina me senté en un pórtico y lloré desconsoladamente. A ustedes también les habría pasado si otra persona confundiera esto:


con esto:


Chucha, en realidad los lentes se parecen. Entonces digamos, esto:


con esto:


Mmm, el diseño de las letras de las dos bandas es rosado. Ya oh, tal vez exagero, porque el tema de Fulanito no está nada mal, jeje.
Adiós mundo cruel.

martes, 10 de marzo de 2015

auto propaganda



[Haga click en el texto o en la foto para ir a la reseña]

lunes, 9 de marzo de 2015

Arte y Vida 7

28 de febrero
Hoy fue nuestro gran día. Entre el jueves y viernes arreglamos todo, Dana nos ayudó a conseguir algunos de los materiales necesarios, ¡se ha pasado! Desde que nos conocimos no ha dejado de venir al parque en las tardes, hemos conversado harto y nos ha empujado a efectuar nuestra primera gran obra de importancia: una performance en el anfiteatro del parque Juan XXIII. Lo alistamos todo para esta tarde, a las 19 hrs., momento en que cambió la historia del arte en Chile.

Resulta que en los dos días precedentes nos dedicamos a repartir panfletos invitando a una obra de teatro fantastma en el parque: "Mefistófeles el Miserable". Dana se encargó de promocionar el evento en las redes sociales. No creímos que nos darían tanta bola, pero daba igual, aunque fueran pocos los asistentes, presenciarían un evento de trascendencia capital. Cuando ya estaban todos ubicados en sus asientos de piedra (las abuelitas llevaron cojines, por suerte) comenzamos: Faisán salió a escena desnudo, sólo con una caja en la cabeza y una banda presidencial cruzando su pecho. Luego, Dana que nos ayudaba como tramoya lo roció desde arriba con pintura, roja, blanca y azul. Faisán gritaba como un condenado, declarando la muerte de Dios, su resurrección y su muerte otra vez, por todos los días hasta que el universo se contrajera. Entonces aparecí yo, con cabeza y alas de pájaro y me estrellé contra el escenario. Con las alas rotas, comencé a declamar:

Se acabó la esclavitud, somos libres, nadie tiene que pensar nunca más. Vengan, entren a mi red social [mientras tanto Faisán lanzaba mouses y pendrives de cartón al público], prediquen sus opiniones, ofrezcan sus verdades prístinas, miren, miren y miren las imágenes, ellas son sus nuevos padres, ellas son sus nuevos dioses [Entones Faisán gritó, mientras hacía girar su cabeza de caja, que en cada cara tenía dibujado un meme famoso:] Mírenme, soy un meme, soy la luz, soy la crítica social, soy el intelecto actual, soy el discurso de las mayorías, soy el ingenio y el amor, soy mamá y papá [Dana, convenientemente parapetada tras un biombo con forma de F, se dedicó a lanzar consignas tales como: ¡Me gusta!, ¡Toque!, ¡Tuit!, ¡Post!, ¡Compartir, compartir, compartir!, mientras yo, aún disfrazado de pájaro, me bañé con un balde de pintura azul y comencé a bailar desenfrenadamente, convulsivamente. Faisán continuaba:] Soy la libertad de expresión, soy el microfundamentalismo, soy el fascismo de la era digital, soy el rey y la reina del desfalco, soy yo, yo, YOOOOOOOOOOOOO.

A esas alturas el público ya estaba escandalizado. Muchos se habían retirado con sus hijos, asustados, otros nos miraban divertidos. De pronto una voz gritó: "¡Están locos, quémenlos!". Nos empezaron a lanzar latas de cerveza, chorreando el escenario y al poco público que quedaba. No nos importó demasiado, ya habíamos terminado, la gente tendría de qué hablar mañana. Más gritos sucedieron al primero: "¡Háganlos cagar, allá está el árbol!" En ese momento temí, porque reconocí la voz, era Vero. Poco después de la interrupción de les cerdepunks llegaron los pacos. Con Faisán y Dana corrimos al árbol, sólo para descubrir que estaba quemándose junto a todas nuestras posesiones. ¡NOOOOOO! gritó Faisán, al hallar su piedra, negra entre los restos de lo que fueran nuestras cosas. Nunca lo había visto tan rabioso, buscó con la mirada a algún cerdepunk y con una puntería asombrosa lo golpeó con la piedra -el cadáver de su querida mascota- en la cabeza, desmayando al niño-niña en el acto. Asustado por lo que hizo, nos impulsó a correr, lo que hicimos sin parar hasta encontrarnos en la plaza Ñuñoa. Allí tomamos agua, nos lavamos la cara y recuperamos el aliento ¿qué haríamos ahora? Dana ofreció su casa para que pasáramos la noche, así que acá estamos ahora, excitados y asustados por lo sucedido.

1 de marzo
Dormimos en el departamento de Dana. En las noticias mencionaron nuestra performance y la cagada que quedó después. Hubo entrevistas a visitantes del parque, unos celebraban y otros reprobaban la acción, algunos incluso dijeron conocernos, aunque luego se arrepintieron porque los pacos y los ratis nos andaban buscando para interrogarnos, así que se los llevaron a declarar. Nos enteramos de que le cerdepunk golpeado con la piedra estaba hospitalizado en el Calvo Mackenna, ¡era un pendeje de 13 años! Faisán se paseaba de un lado a otro de la habitación, arrepentido de su accionar, sumamente preocupado por el destino de ese ser despreciable. Lo tranquilizamos diciéndole que sin duda merecía el golpe, al fin y al cabo destruyeron nuestro hogar. "No creo que pase a mayores, dijeron que era tec cerrrado, lo tienen en observación nomás, luego lo quieren internar en el psiquiátrico eso sí", dijo Dana, que estaba más pendiente que nosotros de las noticias. 

Nos alegró que en la sección cultural del noticiario artistas como Papas Fritas y Diamela Eltit celebraron nuestra osadía. Intelectuales como Gastón Soublette declararon nuestra poética como un acontecer de aire fresco y agua clara en la árida escena cultural chilensis. Estábamos siendo ovacionados y admirados por artistas que respetamos, pero también estábamos siendo buscados por la policía ¿qué nos deparará el mañana?

viernes, 6 de marzo de 2015

"Nosotros" de Yevgueni Zamiatin

-¡Es una locura! No tiene pies ni cabeza. ¿No ves que estáis preparando una revolución?
-Sí, una revolución. ¿Por qué no tiene pies ni cabeza?
-Porque no puede haber revolución. Porque nuestra revolución fue la última y no puede haber otra. Todo el mundo lo sabe...
Vi esbozarse el triángulo irónico y agudo de sus cejas:
-Querido amigo, eres matemático, eres además filósofo matemático; dime cuál es la última cifra.
-¿Cómo? No te entiendo, ¿qué última cifra?
-Pues la de encima, la última, la mayor...
-Pero, I, es absurdo. El número de cifras es indefinido, no puede existir una última cifra.
-Entonces, ¿por qué hablas de última revolución? No hay última revolución, el número de revoluciones es siempre infinito. 

martes, 3 de marzo de 2015

de "Clases de Literatura"

Creo que si un escritor de literatura apunta a un sector determinado de lectores está quitando fuerza a su trabajo, lo está condicionando, llenando de determinadas exigencias y de determinadas prescindencias: esto está bueno, esto no está bueno; esto hay que decirlo, esto no conviene decirlo. Eso significa autocritica, y si un escritor se autocritica, se autocensura -es la verdadera palabra- pensando que tiene que escribir para cierto tipo de lectores y por tanto tiene que darles esto pero no aquello; no creo que ningún gran escritor haya salido de ese punto de vista.
Julio Cortázar

lunes, 2 de marzo de 2015

poniéndole

Meditando sobre esta fatal tendencia mía a no hacer lo que debo, he llegado a la conclusión de que me equivoqué de planeta, que la luna era mi tierra (Enrique Araya, 1948).