miércoles, 19 de noviembre de 2014

orígenes poco glamorosos

El otro día fui a la llamada "Carpa de la Ciencia" a ver el video de mi amigo G en una competencia audiovisual. Dieron hartas volás buenas, aunque el de G era el mejor, de hecho ganó. La cuestión es que cuando terminó el asunto nos quedamos fuera de la sala de proyección, conversando, echando la talla, y decidiendo qué hacer a la tarde-noche. Ahí yo dije que no podía vacilar con G y sus amigos porque estaba comprometido a asistir a una muestra de música y danza árabe que organizaban estos cabros de la semana árabe por Palestina, ya que la Dani bailaría. Al decir que iba a eso T, un amigo de G, me dice "¿ah, y tú erís?", mirándome con una mezcla de burla e interés. "No, o sea, tengo ascendencia por mi bisabuelo pero no cacho nada, me quedó la pura pinta", le contesté. Luego de eso risas, hasta ahí todo bien, pero el cabro me pregunta "¿Y era de Palestina?" a lo que yo le respondo "No, de Siria". "Ah", me contesta, con una disminución notable en el interés. "De hecho ni siquiera era musulmán, sino cristiano", le dije, para ver qué pasaba. Me miró y ya ni contestó, cambiando el semblante que fuera de interés por uno de indiferencia e incluso de rechazo.

"Qué fome", pensé mientras pedaleaba hacia mi casa. A la gente le gusta la caricatura combativa y consciente, la otredad exótica y misteriosa, erótica incluso, pero cuando hay puntos de encuentro, cuando hay terrenos conocidos se pierde la fascinación. No es que diga que este cabro debiera interesarse por el cristianismo sirio, de hecho ni a mí me interesa, pero no por provenir de un lugar menos mediático (y en realidad es mediático, pero no da para el discursillo revolucionario facilista que puede darse entre los simpatizantes con la causa palestina) se debiese valorar menos. No sé, en realidad tampoco es que deba valorarlo siquiera, pero me aburre la comodidad desde la cual habla y se posiciona la gente. Ubicados privilegiadamente en los palcos del bien, muchas personas se han erigido como opinólogos de la geopolítica internacional sin un estudio serio de todo el asunto. Y ojo, que no digo que todos debiésemos ser hablantes-conscientes-coherentes-informados, sino lo contrario, que cuando hay ignorancia (la cual es válida, pues es el caldo primigenio desde el cual puede surgir el conocimiento) es mejor prestarse al silencio y la escucha. Y chao con los discursos cagones y antiintelectuales.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Day Tripper

14:15: Hace media hora me tomé el último trip que quedaba en el refri. Ya siento mis manos algo tiritonas y cierto malestar en la guata que creo no me permitirá almorzar. De hecho, el olor del almuerzo de la Dani me asquea un poco. Ahora, mientras ella come veremos los expedientes X.

14:35: Estoy re loco ya, caminando por Aníbal Pinto con destino al jardín botánico, en la isla Teja. Compraré algo de fruta en la gran feria.

14:45: Paré un rato en el torreón de Yerbas Buenas. Se me ha hecho muy largo el camino. Me he incomodado un poco conmigo y con la gente, quiero llegar y estar solo.

15:00: Estoy en el puente Pedro de Valdivia, cansado creo, pero de mi mente. Vivir solo esta experiencia sin alguien con quien conversar solo exacerbó mi naturaleza mental, de la cual me debería relajar. Por lo mismo, intento ver fríamente esta experiencia, despojándome de las ideas jipis al respecto.

15:20: Estoy sentado en una banca del jardín botánico. Olvidaba que esta experiencia puede ser oxigenante pero también atrapante. La sensibilidad es cuática, me siento vulnerable, quisiera estar solo, alejado del nido pero no tanto, le temo a la soledad... Acá ya me puse mental de nuevo, intentaré describir lo físico entonces: La humedad es intensa, veo muchos mandalas, al principio me asusté un poco, porque el piso comenzó a moverse y ciertas partes de él a flotar, pero es increíble. Creo que iré al borde del río.

15:30: Estoy excitado, muy sensible a todos los estímulos a mi alrededor. Mientras escribo las letras se mueven, incluso soy capaz de ver cómo la tinta que sale del lápiz es absorbida en el papel. La humedad, eso sí, me tiene loco.

15:45: Hay que estar en movimiento para no atraparse, y quizás fue un error venir tan cargado, con bolso botellas de agua y frutas, no he bebido ni comido nada, no me dan ganas. Estoy sentado en una calle y es donde me siento más apacible... hasta que aparecieron los autos. Si hasta puedo ver en detalle lo que emana de sus tubos de escape... Pero otra vez me estoy poniendo filosófico (aunque aquí no se note tanto, mi cabeza parece una locomotora de los rollo que me paso), es la sensibilidad que me domina pero mi mente trata de darle sentido.

16:00: Decidí volver a mi casa, necesito su paz. Vuelvo así a la soledad... aunque me cuesta lidiar con ella. Estuve mirando a quién llamar para que me acompañe y proteja de esta locura. ¿No soy también así cotidianamente, en ciertos aspectos? ¿No huyo diariamente de mí mismo acaso?

16:15: Llamé a Ricardo, viene al rato.

16:20: Ya estoy en mi casa y no está funcionando esto de escribir, pasé a la grabadora mejor.

16:30: Duró poco la batería, diez minutos y se descargó. Prendí el computador para cargar la grabadora, pensé que tal vez podría usarla mientras se cargaba pero no fue así. Me senté en la mesa a escribir, fui a subir el volumen del equipo, suena el lago de los cisnes.

16:35: Me fui a recostar a la pieza chica porque es más cómoda y silenciosa. Me puse los lentes, me los saqué. Estuvo bueno tener la grabadora ese rato, creo que diez minutos, a lo más. Ahora escribo en voz alta porque eso me ayuda a estar tranquilo y no atraparme tanto, que a fin de cuentas es el asunto con el ácido. 

16:40: Es raro, pensé que me estaba relajando pero paso de un estado a otro sin previo aviso. Voy a poner otro disco, el que acaba de sonar duró poco porque lo puse desde el lado dos. Ahora comenzó a sonar el primer disco de Almendra. Me doy cuenta de que estoy muy tenso. Me duele el hombro izquierdo y el cuello, tengo toda esa zona contracturada. Tengo miedo de que cuando llegue Ricardo piense que me volví loco, yo mismo tengo miedo de ello en estos momentos. Ha sido un trip intenso, de eso no cabe duda ahora.

Creo que entiendo mejor este tema ahora.

16:50: Intenté conversar con la gata de abajo. Guata al sol, le dije. Me miró y siguió en lo suyo, relajada. Qué envidia en realidad. Me acordé de algo que sentí cuando venía en la micro. Intentaba relajarme, calmarme, y justo sonó "easy" en la radio, entró algo de viento por la puerta abierta y pensé: necesito de esta magia, de estas sincronías, ¿por qué las niego?... es como lo que decía la carta del tarot que la otra noche me leyó ese hombre, la fortuna. Se supone que me la negaba a mi mismo, porque iba en contra de mis convicciones o algo así. Ahora estoy de guata en la cama de la pieza chica y son casi las cinco.

17:01: De pronto sentí gases en mi interior y después de ellos una nueva oleada de "volada" que se manifestó visualmente, Con el disco de Almendra me he sentido mucho mejor, todavía hiper volado pero tranquilo, sin miedo. Eso es lo rico, ya se fue el miedo, y aunque Ricardo se demore ya no importa.

17:18: Y pensar que los jipis hacían esto solos, día y noche, sin bitácoras. Con razón tantos se volvieron locos. Yo me sentí bien loco en un momento, pero ya me calmé. Se está terminando el disco, veremos qué ocurre con el siguiente.

17:25: Estoy relajadísimo comiendo mandarinas mientras suena Vengo de Ana Tijoux.

17:40: Mucho placer, he seguido en lo mismo, mandarinas, Ana Tijoux, sol (que salió firme de su timidez). Lo único que todavía me enloquece es escuchar el citófono-teléfono, me imagino el sonido todo el tiempo. Puede que ande muy pendiente pero no sé de qué. No sé. Ahora mismo me siento muy bien solo, a diferencia de un rato atrás.

18:00: Ricardo llegó hace 15 minutos. Lo recibí en calzoncillos, polera y calcetines. Me vio y se cagó de la risa cuando le dije "no estoy loco". 

18:20: Le propuse a Ricardo ir al puente Cruces, que fue mi objetivo del día desde el principio.

19:45: Estuvimos un buen rato disfrutando de la vista en el puente. Luego Ricardo me invitó a comer al Haussmann de la teja, nos mandamos un chacarero y un shop cada uno, el bienestar es supremo. Solo queda la realidad, ya sin figurar...

lunes, 13 de octubre de 2014

desventuras con el pis

A veces cuando va al baño a orinar, le embarga una cierta sensación de irrealidad. Mientras el pichi fluye desde su cuerpo hasta el inodoro, con su característico glugluglú, piensa en que tal vez todo es una ilusión, y quizás es un hombre o una mujer postrado/a en una cama, en coma o algo así, con pañales, soñando que va al baño, interrumpiendo una vida que no es real, mientras su entrepierna se inunda a causa de la micción.

Así, una simple transacción de fluidos activó una latente crisis existencial en el o la usuaria del W.C., desmayándose en el acto, golpeándose la cabeza con la loza del inodoro y generando un daño neurológico irreversible que le postraría de por vida, condenando a la o el usufructuario del baño a una vida de pañales y sueños absurdos, como ese de una o un joven con una vida normal, que mientras va al baño piensa en las diversas posibilidades de la realidad y la ilusión.

sábado, 11 de octubre de 2014

la vida social del feivu

Eres chico y todo son pendejadas [videos graciosos, música punk rocker, joteo masivo]

Entras a la u y todo es carrete [fotos indecentes, más joteo masivo, politización inconsecuente]

Empiezas un trabajo y todo es trabajo [seriedad, chistes internos, plata plata plata]

Tienes un hijo y todo son guaguas [fotos desde el útero hasta los 99 años, apróximadamente]

Eres viejo(a) y todo tiempo pasado fue mejor [video antiguos de yutuv, mini crónicas del siglo XX, etcétera]

Te mueres y tu muro es una lápida virtual en la que presentar nuestros respetos

(Pero al final cada quien se mueve en su propio grupo, con sus códigos, con sus autoritarismos. Y la comunicación, con todas sus imperfecciones, que en paz descanse)

lunes, 6 de octubre de 2014

el flagelo de los memes: la guinda de la torta

Oh, cruel ironía. Un meme es capaz de expresar mejor que yo mi punto:


¿Será este el meme único? 

"Un meme para gobernarlos a todos, un meme para encontrarlos / Un meme para atraerlos a todos y en las tinieblas atarlos"

miércoles, 1 de octubre de 2014

Don Chuma investigador privado, capítulo 1 (proyecto de novela gráfica)

ESCENA 1 (PRÓLOGO)

Dentro de una fábrica de Pin Cola está la oficina de Pepe Cortisona, el capo de la droga en Pelotillehue. La bebida no es más que un lavado de dinero. El rostro de Pepe en las sombras exige explicaciones. Frente a su escritorio hay dos empleados.

-¿Quién es el culpable de esto?
-Condorito y Huevo Duro, señor. Usted ya sabe…
-¡Cállate! Me refiero a quién se echó a la guatona culiá
-Usted sabe jefe, fue un accidente. Yo no quise... -Dice el segundo.
-¡Pues este también es un accidente entonces!

Por detrás alguien dispara una pistola con silenciador a quien hablaba, que cae a los pies del pistolero. Nos enteramos es Cabellos de Ángel, y el dueño de la pistola es Comegatos. El compañero del difunto Cabellos, Garganta, sólo emite un Glup!

ESCENA 2

Don Chuma camina por bellavista y se para en una esquina a encender un cigarro. La cámara sube y arriba hay un cartel que dice “Don Chuma Investigador Privado”, créditos, música, etc.
Dobla una esquina y llega a la fachada de su domicilio, un edificio algo viejo en Dardignac, junto a  una peluquería de caballeros.

-Buen día Don Eladio –dice Chuma.
-Hola Chuma, ¿me trajiste el encargo?
-Toma –dice mientras le pasa una navaja que se abre amenazadoramente, pero resulta ser una peineta-. Las tonteras que te entretienen.
-En algo hay que entretenerse pues –dice Don Eladio.
-Nos vemos a la tarde, tengo una reunión.
-Los vimoslos –se despide Don Eladio.

Al llegar a la entrada del departamento, una mujer está esperándolo. Don Chuma se saca el sombrero y presenta galantemente. La mujer lo mira de abajo a arriba, está vestida de luto, con un pañuelo tapándole la boca, sólo pueden verse sus ojos achinados.

-¿Podemos pasar?
-Claro, claro, disculpe –dice Chuma mientras apura las llaves del bolsillo a la cerradura.
El living es grande, Chuma lo utiliza como oficina, tiene un escritorio y algunos cuadros en la pared, de curso de colegio, grupo de amigos y equipo de fútbol.
-Veo que aún conservas estos cachivaches –dice la mujer mirando el cuadro del grupo de amigos.
-¿Yayita? –Chuma se sorprende, no había reconocido sus ojos, algo se han agrietado en estos años-. ¡Vaya visita! ¿Te puedo ofrecer algo de tomar?
-Un té nomás, o mejor un café, pa’ tirrar pa’rriba.
-Supe lo de tu madre, lo siento mucho, te acompaño en el dolor.
-Sí, ahí quedamos con el viejo. Precisamente vine por algo relacionado con eso.
-Dime nomás.
-Ya debes saber que la investigación se cerró sin encontrar a los culpables, lo ficharon como un asalto a domicilio y muerte por enfrentamiento a los ladrones.
-Ahá…
-Yo sé quién fue… fue Condorito.

Cara de sorpresa de Chuma, fin de la escena.

ESCENA 3

Chuma se mete a un edificio caracol y baja. Llega a un local cuyos vidrios polarizados destacan el título en neón rojo: CALI2. Entra y una negra tetona con bikini le pregunta qué se va a servir.

-Toma 20 lucas, voy a pasar al privado a ver a la Kena.
-Ok.
El detective atraviesa una cortina roja con burdeo y entra a una de las cuatro puertas disponibles. Allí se encuentra cara a cara con Kena, que lo mira sorprendida.
-¡Chuma! Tantos años sin verte, viste que somos como el vino, tamos cada vez más wenos –dice picarona.
-Necesito información, Ungenio…
-No conozco al tal Ungenio, mi nombre es Kena, pero te ayudaré, dulce extraño –dice Kena con una sonrisa. Se acerca a Chuma, quedan frente a frente, separados por escasos 10 centímetros. Chuma suda nervioso, hay a la vez rabia y deseo en su mirar- ¿En qué lo ayudo entonces, Don Chuma?
-Busco a Condorito.
-¿Bien y tú? Tanto tiempo sin verse y ni siquiera eres capaz de preguntar cómo está una. Igual de roteque que siempre, típico chileno, machista cavernícola, the chilean way for trogloditas.
-Perdona Ungenio, es que pasó algo grave. Supiste que se echaron a doña Treme.
-¿Y dices que tal vez fue Condorito? Me extraña Chuma, tú eras su amigo y deberías saber mejor que nadie…
-¡No he dicho que haya sido él! Aunque Yayita así lo piensa.
-¡Esa perra!
-De nada sirve enojarse, todo es agua bajo el puente… Ahora dime ¿sabes dónde está Condorito?
-No tengo idea, lo último que supe de él era que andaba de dealer en la población Pelotillehue. Se vino a menos este weón.
-¿Y cómo andamos por casa?
-No te respondo ni una weá más –espetó Kena, enojada.
-Ya, perdona, si me voy de todas formas. ¿Me avisarás si te enteras de cualquier cosa?
-Te va a costar un beso, guapo.
-Si logro desenredar este caso, un beso no será nada.
-Te lo cobraré…

ESCENA 4


Noche en la ciudad, la cámara desciende hacia callejones por los cuales camina una mujer que lleva un abrigo largo y tacos muy altos. De pronto llega a su destino, un antro de mala muerte: Bar El Tufo. Allí busca una mesa en un rincón poco iluminado y se sienta a esperar, fumando. Alguien se acerca y se sienta frente a ella.

- Permiso, hola.
- Hola plumífero, ¿cómo cresta es que seguís vivo? –Dice Kena.
- Siempre he sabido cómo vivir –Responde Condorito, vestido con un polerón grande que esconde su rostro en las sombras.
- Siempre has sido un vividor, diría yo.
-Simpática, movámonos de aquí mejor-. Salen a caminar por la costanera junto al río. Luego se sientan en una banca frente a los botes iluminados y alguna que otra rata a sus pies.
- ¿Cómo está Coné? –Dice Condorito.
- Encerrado en casa de la bruja, no he podido acercarme, aunque le pasé tu carta, hice la movía con una auxiliar de la escuela.
-Perfecto…
-¿Quién se echó a la vieja, Condorito?
- ¿Crees que fui yo?
- No sé…
- Me hubiese gustado, la verdad, pero hay líneas que un yerno no puede cruzar… Me la hizo el Pepe.
-¿Me estai weviando?
-No, y tenís que ayudarme en la venganza.
-Ay no, no quiero.
-Tenís que ayudarme, me lo debes [la besa].

Incluir al final del primer capítulo:

ANEXO 1: FOTO DEL GRUPO DE AMIGOS
ANEXO 2: DOCUMENTO JUDICIAL DIVORCIO CONDORITO Y YAYITA, PS CON ORDEN DE OTORGAR TUICIÓN DE CONÉ Y YUYITO.
ANEXO 3: CARTA DE CONDORITO A CONÉ.

[Continuará...]

martes, 30 de septiembre de 2014

El ocaso de un (no tan) grande

Hace algunos años, digamos, por ahí por el año 2002, daban un programa horrendo en el UCV: el show del Gigi. Lo pillamos de casualité mientras hacíamos zapping con mi familia (mi hermana, mis padres y yo, todos acostados viendo tele en la cama de estos), y lo encontramos tan absurdo, tan ordinario y chabacano, que se convirtió inmediatamente en uno de nuestros programas favoritos.




El video de arriba no es de la misma época, acá ya era un programa más sólido se supone, el 2008 (aunque también supongo que era la misma mierda). Pero volviendo a la época clásica del Gigi, contagié al Matías, mi gran amigo de esos años, con el fanatismo hacia esta bizarrez, y muchas veces lo disfrutamos y comentamos en su casa, para consternación de su madre, que no siempre entendía nuestro humor insensato. Recuerdo incluso un capítulo en que el Gigi le ofrece a su asistente, Rosita, una ecuatoriana de color, la oportunidad de enviar saludos a sus coterráneos mediante estas palabras: "Mándele un saludo a esos negros amigos suyos". Fue tanto nuestro gozo por la idiotez del Gigi que el Matías nombró a su gata Rosita, en honor al programa. La cosa es que el Gigi se convirtió en un referente en nuestras vidas, un cuico idiota admirable, supuestamente yunta del negro Piñera (pa' que cachen la ondita). Sin embargo, al irme de Santiago nunca más vi el programa, por olvido, por seriedad, no sé, pero lo dejé de lado. 

A fines del año 2005 estuve trabajando un rato corto en un Casa&Ideas de Viña del Mar, como empaquetador por la temporada navideña. En medio de ese infierno consumista apareció una vieja flaca, típica cuica teñida rusia, que compró un puf y lo quería para regalo. El manso cacho, pero yo ya me había entrenado envolviendo 3 pufs para viejas culiás, así que no fue problema, aunque igual harta pega, un proceso delicado, al menos. Envolví la porquería y se lo pasé a la mina, pero me pidió llevárselo al auto. Miré a mi jefa que me hizo el gesto técnico que significaba "anda nomás weón", si al fin y al cabo esta gente era parte de sus mejores clientes. Me fui cargando el puf envuelto en papel de regalo hasta el auto de la loquita, que estaba estacionado como a 3 cuadras, rumiando mi pobre destino, pues de seguro ni siquiera obtendría propina (típico fenómeno en estas clientes). Al llegar al auto donde la estaba esperando el marido, me llevé tremenda sorpresa al darme cuenta que era el Gigi. Alto, chascón, ordinario, no me dijo ni hola, sino que me quitó el paquete de las manos, lo metió en la maleta del auto y se fueron sin darme ni las gracias. A pesar del desprecio, a pesar de que no me dieran propina, me devolví a la tienda con una sonrisa de oreja a oreja: había conocido al Gigi. Era el hueón que siempre pensé, cuico, arrogante, pero lo conocí en vivo y en directo, tendría una buena historia para contarle a mis padres, a mi hermana y al Matías.

Nuncas más supe del Gigi, aunque obviamente siguió existiendo (el video de arriba demuestra que su programa continuó unos años más, para deleite de... ¿alguien?). El domingo en la noche hablé por teléfono con mi papá y me preguntó: "¿Viste al Gigi en Top Chef?" ¿QUEEÉ? le dije, no tenía idea de que había vuelto a salir en la tele. "Mira la página de TVN, te va a encantar", dijo mi padre, conociéndome. Y efectivamente:

Haga click en el chascón para ver porqué gocé nuevamente
Así es amigas y amigos, el Gigi sigue siendo el mismo rasca de siempre, hizo show en televisión nacional, picado por su eliminación del programa de cocina Top Chef. Luego de ver la corta escena en que manifiesta su desprecio a los jueces, recordé todo el gozo que el Gigi me dio en mi juventud y pensé: este es el ocaso de un grande. O más bien de un alto, porque grande, lo que se dice grande, nunca fue ni será. Comprobado (y más de una vez, se sabe).

lunes, 22 de septiembre de 2014

el flagelo del meme (postdata)

A raíz de vuestros comentarios, queridos y escuálidos lectores/as, vamos con una pequeña "coda" al estudio publicado recientemente.

Sí, el meme tuvo un potencial minimalista, incluso poético, pero se abortó a sí mismo en breve, como bien indica el amigo nómade. Acá un ejemplo del principio del fin (aunque destaco el carácter autorreflexivo del meme):

No deja de tener gracia que eso lo diga Neil deGrasse Tyson, uno de los científicos más reputados hoy en día en la tele. Y sí, la mayoría de estos memes son de fotos virales modificadas para representar una actitud o situación, diferenciándose de los memes prístinos, como estos (aunque hay un par de colados como Jackie Chan y el mismo negro de arriba): 



Estas caras también representan una actitud, pero fueron creados con ese fin particular, viralizándose rápidamente y siendo apropiados por los usuarios. En realidad, ese es uno de los aspectos más interesantes de los memes, su capacidad de adecuación a contextos particulares, su rápida difusión y su condición anónima. Precisamente, cuando el meme ridiculiza a políticos o personajes destacados del mundo del espectáculo hay una suerte de respuesta social a dichos o situaciones, pero como bien dice el amigo Igor, es sólo un ejercicio de desahogo sin incidencia en las prácticas cotidianas, mucho menos en las políticas.
Yo insisto en que el meme es nocivo, o sea, cabrxs que se la pasan metidos creando estas tonteras (muy divertidas gran parte de las veces, lo reconozco) y aquellos que las comparten no hacen mucho por la real-realidad. Y claro, también es cierto que en el mundo actual el discurso es clave, pero esta proliferación icónica parece perderse en las marismas de las redes sociales, hundiéndose en la página de inicio y quedando como lo que siempre fue: un grito al viento, un par de kilobytes sin resonancia en las carreteras virtuales del saber.

Según una amiga, aunque los memes sean charchas, al menos permiten conocer otras cosas, como Frida Kahlo o qué sé yo. No estoy de acuerdo, me parece un pobre consuelo. El ícono, la caricatura y el mensaje entregado por los memes viene y se va, dejando un par de risitas (con suerte una carcajada), pero poca o ninguna crítica al estado real del mundo. O quizás sí, hay una crítica, pero estandarizada, aprobada por la mayoría, y que permite al usuario parecer, aparentar conciencia y actitud, pero no ser más que otro pulsador de grasosos teclados perdido en el tráfago cotidiano de las redes sociales, donde nunca pasará nada verdaderamente relevante.

jueves, 11 de septiembre de 2014

otra investigación de 10 minutos: el flagelo de los memes

Yo creo que si te gusta Cortázar, por ejemplo, vas y lo lees, pero no te las das de sabihondo/a compartiendo un meme de él. ¿Cuál es la idea? ¿que todo el mundo sepa que eres fan de algo que en realidad no conoces? Los famosos memes, además de mutilar grandes obras, promueven una lectura superflua de las mismas y sus autores. Y ni hablar de filosofías o ideologías, que circulan por doquier, alivianándose cada vez más y ahorrando horas de lectura de todos los usuarios de las redes sociales. Pero nadie va a convencer a nadie con un meme, ¿o sí? En todo caso, hay memes para todos los gustos, veamos algunos de ellos.

1. El meme llomántico:
Me hace daño estético subir una foto así a mi blog, pero todo sea por la ciencia.
Generalmente con un paisaje digital de fondo, promueve el amor, la hermandad, el entendimiento y la amistad de la forma más cursi imaginable. Es el heredero directo de esa especie de "papiros" que antes se veían tanto en las ferias artesanales, aquellos que traían "bellas poesías" en su interior.

No encontré foto de alguno, pero eran algo así (el análisis del discurso en este caso va por cuenta propia).

2. El meme de autor:

Este es el meme que cita indiscriminadamente a diverso tipo de autores, tanto de literatura como de teoría, filosofía, guiones de televisión, entrevistas, canciones y más. En general la gente los lee y cree saber de qué se trata, es decir, supone que entiende mejor a los autores y su postura política, la que obviamente comparten (sino, ¿para que lo comparten?). Lamentablemente están equivocados, puesto que muchas veces las frases citadas están totalmente fuera de contexto.


En este ejemplo se presenta la frase de Lennon como si perteneciera a su filosofía, cuando en realidad es un fragmento de la canción "Beautiful Boy" del disco Double Fantasy de 1980 (bueno, puede ser parte de su filosofía, pero ¿por qué no compartir la canción mejor?). Revolucionarios críticos del sistema y también reaccionarios amantes del capitalismo salvaje utilizan este tipo de memes para justificar sus ideologías, muchas veces como base de las mismas. Curiosamente el meme de autor también tiene un parentesco con un artículo popular de las ferias artesanales: el cuadrito de cobre.

Igual son tiernas las casas donde hay de estos, junto a las fotos de cuarto medio y el diploma de kinder.
3. El meme humorístico:

Quizás el más amable de la familia, puesto que no pretende ser más que lo que es: una tontera. Se agradece la sinceridad, aunque finalmente también se ha convertido en un elemento de estupidización social. Todos hemos oído de cabrxs chicxs, e incluso a gente de nuestra edad, expresiones tales como "like a sir", "challenge accepted" o "(concepto), (concepto) everywhere". La mayoría de estos memes tienen un personaje que puede ser adaptado a diversos contextos o situaciones.

Sin embargo, es algo digno de celebrarse cada mes con un meme de Gardel.

En conclusión, los memes le hacen daño a la mentalidad humana, porque, en primer lugar, invitan a una reflexión mínima en torno a temas realmente importantes (política, hechos históricos, sucesos contemporáneos, filosofía e ideología) y en segundo lugar porque, así como los garabatos, han aportado a la economización verbal (y por ende cerebral) de nuestro hablar cotidiano, menguando la capacidad crítica y reflexiva del usuario. O quizás no es para tanto, pero son apestosos, yo los suprimiría.

martes, 9 de septiembre de 2014

atracción al vacío

No hay forma de evitarlas, se ha vuelto una práctica cotidiana deshacerse de ellas. Con regularidad llegan estas visitantes a apoderarse de él, que siempre se vio tan solo, que se consideró vacío. Pero ahora ellas, insistentes, vienen con la pretensión de instalarse en su centro. Alrededor de su ser ha crecido un frondoso bosque que favorece las inmiscusiones y la instalación de las forasteras permanentes. Una invasión diaria en un espacio inerme del cuerpo, un lugar receptivo por excelencia - ¿Tendrán algo de responsabilidad mis vestimentas, mis ropajes? 

No hay caso, las pelusas en mi ombligo se han vuelto cosa de todos los días. Y aprendí a quererlas, las tomo delicadamente con mis dedos, soplo y las invito a volar. Mientras flotan por la habitación reflexiono en torno a mi centro, percibiendo que no es tal. Nos asemejamos, las cosas, los cuerpos y las filosofías llegan, me atraviesan y luego siguen su camino. Me iré como llegué, vacío, pero mientras tanto conservaré este precario equilibrio entre asentarse y sostenerse en el aire, como ellas.

martes, 2 de septiembre de 2014

Tehanu (cuarta novela del ciclo de Terramar)

Cuarta novela de la saga, o primera de la segunda trilogía (según algunxs entendidxs), al momento de su publicación provocó halagos y alegos por igual. Ambientada también en el archipiélago de Terramar, fue publicada 17 años después de las primeras tres novelas, y su ritmo es distinto, sin duda. Extrañamente, es la que he leído más rápido de las cuatro primeras.

No me leí esta edición, pero es la portada que encuentro más bonita.
Nuestra protagonista es Tenar, a quien habíamos conocido en Las Tumbas de Atuan (segundo tomo de la saga), quien vuelve a la soledad a causa de su viudez reciente. Sin explicárselo, sólo por instinto, comienza a hacerse cargo de una niña malherida encontrada en las afuera del pueblo. Therru (como Tenar llama a la niña) fue golpeada, violada y posteriormente quemada, en un intento infructuoso por matarla, perpetrado por sus padres y otro hombre. Es duro, pero ninguna sorpresa en los tiempos que se viven en toda Terramar. La crisis de la magia y el equilibrio a la que asistimos en La Costa Más Lejana (tercer tomo) ha hecho estragos por doquier, y la isla de Gont (donde sucede nuestra acción) no es la excepción. Al a niña se le quemó la mitad de su cara y perdió un ojo, causando rechazo entre las personas a causa de su aspecto (popularmente se cree que algo o alguien violentado por el mal es malo también).

Asistimos a la vida cotidiana de Tenar, quien mientras lidia con Therru y su sanación (física y espiritual) debe hacerse cargo también de la muerte del mago Ogion (maestro de ella y Ged, aunque brevemente, en ambos casos) y el regreso de Ged, quien cerrando la brecha que separa el mundo de la vida con el de la muerte ha quedado muy dañado. Así, mientras Therru y Ged deben aprender un poco de resiliencia, Tenar se cuestiona muchos asuntos, en general concernientes a la regimentación del poder en el mundo de Terramar, eminentemente patriarcal. Esta sociedad subordina a las mujeres de distintos modos, llamando la atención particularmente su relación con la magia. Las mujeres sólo pueden aspirar a brujas, negándoseles la entrada a Roke, la escuela de magia del archipiélago, y por ende limitando su poder (precisamente, la imagen de la bruja, que en tomos anteriores había sido representada superficialmente, tiene un papel importante en esta novela, sobre todo en el personaje de Musgo, la bruja que se constituye en amiga de Tenar y Therru). Esta organización social se vive como natural por todos y todas, excepto por Tenar, quien a causa de su pasado como sacerdotisa en la oscuridad de las Tumbas de Atuan, así como su presente de extranjera (su color de piel es distinto al común en Gont) tiene una visión comparativa que la hace cuestionar el orden imperante e incluso pensar en otras formas de vivir:

'Will you be about the house?' she asked him, across some distance. 'Therru's asleep. I want to walk a little.'
'Yes. Go on,' he salid, and she went on, pondering the indiference of a man towards the exigencies that ruled a woman: that someone must be not far from a sleeping child, that one's freedom meant another's unfreedom, unless some ever-changing, moving balance were reached, like the balance of a body moving forward, as she did now, on two legs, first one then the other, in the practice of that remarkable art, walking...

Traducción libre:
'¿Vas a estar por acá en la casa?' le preguntó, a cierta distancia. 'Therru está dormida. Quiero caminar un rato.'
'Sí. Anda,' dijo él, y ella anduvo, reflexionando sobre la indiferencia de un hombre en torno a las exigencias que guían a una mujer: que alguien no debe estar lejos de un niño dormido, que la libertad de uno significa la esclavitud de otro, a menos que se alcance un siempre-cambiante equilibrio móvil, como el balance de un cuerpo moviéndose hacia adelante, como ella hacía ahora, sobre dos piernas, primero una luego la otra, en la práctica de un arte extraordinario, caminando...

Algunas críticas que leí luego de terminar el libro alegan un negativo cambio de ritmo en esta novela con respecto a sus precedentes, repudiando la escasez de magia y la abundancia de emoción-sensibilidad que impregnan la obra, pues esta narrada desde un punto de vista femenino. Yo no estoy de acuerdo con estas críticas, puesto que si bien en este libro la protagonista indiscutida es Tenar, en todos los tomos del ciclo la emoción y la sensibilidad tienen un papel importante, la maduración y el crecimiento son una de sus características más notorias, así como el elaborado desarrollo interno de sus personajes (que no son unidimensionales, se equivocan y aprenden en una búsqueda de equilibrio constante).

Portada de Tehanu en el "The Earthsea Quartet", la edición que leí.
1993. Penguin Books, London.
Si bien el final de la novela es algo precipitado, no deja de ser satisfactorio. Aunque ahora me domina una ansiedad suprema por leer los dos tomos que siguen: Cuentos de Terramar y En el Otro Viento, los cuales conforman el segundo ciclo de la saga, más feminista al parecer (¡qué maravillosa oxigenación para la literatura fantástica!).

miércoles, 27 de agosto de 2014

conciliábulo

Todas las mañanas se reunían en silencio. Desde sus colchones bajo aleros de tiendas, desde sus cajas de cartón, salían y caminaban para hacerle el quite a la neblina y al frío, en pos del encuentro. El pan se guardaba de la noche anterior, la mayoría de ellos no desayunaba, ello era fundamental, de otro modo no se podría llevar a cabo la transacción. Variadas distancias los separaban de un mismo objetivo; las herrumbrosas bancas de la plaza, que estaban ahí esperándolos, húmedas, desvencijadas, pero fieles compañeras en sus vejeces solitarias. No hablaban entre ellos pero se conocían todos y todas, a fuerza de costumbre se constituyeron en familia: ellos, los abuelos, y ellas, por supuesto, las herederas, quienes se harían con los despojos de la tierra luego del final anunciado por Lorenzo Panguilef.

Cada anciano que iba llegando ocupaba su lugar. Una lenta pero eficiente procesión de desarrapados pasaba junto a las bancas, dejando a uno de sus miembros instalado en ella. No habían parejas, sólo añosas mujeres y vetustos hombres, con sus ropas remendadas, solos, siempre solos. Un olor penetrante acompañaba a la comitiva, a pesar de encontrarse en el lluvioso sur del país el agua no era un bien muy cotizado por los longevos sujetos reunidos en la plaza. 

En ésta, como todas las mañanas, el cónclave se instaló, llenando las bancas. La niebla y el humo de las estufas a leña todavía ofrecía un escenario borroso para los transeúntes, que de a poco van apareciendo, encaminados hacia sus trabajos o colegios. Ninguno notó los cachos de pan lanzados al misterio de la niebla, ni a las palomas que se lanzaron vorazmente sobre ellos. Como si de una organización secreta y exacta se tratara, los viejos y viejas arrojaron trozos de pan en el mismo momento en que el campanario de la catedral retumbó, anunciando las siete de la mañana. 

Las herederas de los ancianos, gordas, maltrechas, infectas, levantaron vuelo al terminar las últimas migas de la extraña masa. Se dirigieron en bandada, como una orquesta a cielo abierto, hacia el techo de la municipalidad y lo sobrevolaron. Eran muchas, oscureciendo el cielo, causando espanto y asombro entre los primeros empleados que entraban al edificio. A eso de las ocho, cuando el campanario sonó nuevamente, la escandalosa nube negra de aves en vuelo hizo vibrar el edificio. Otro grupo de pájaros, tiuques, bandurrias, gorriones y patos yecos, llenaba los aleros y las techumbres cercanas, expectantes. El murmullo de las alas se estaba haciendo insoportable para quienes se encontraban en el interior, los chillidos eran irritantes, agobiantes. La desconcentración masiva de empleados provocó que nadie notara la llegada del alcalde. Al bajarse del auto, gran parte de la nube se lanzó sobre él, llenándolo de picadas y mierda de paloma. Las otras, que habían quedado volando arriba, se arrojaron contra ventanas y puertas, reventándose en los pisos, paredes y escritorios de unas oficinas a las cuales tenían vetado todo acceso. Un tiuque se abalanzó sobre la cabeza del edil, llevándose dos sanguinolientas esferas.

Cuando pasó el alboroto encontraron el cuerpo del alcalde, vivo, apestoso a excremento y con las cuencas de los ojos vacías. No dejaba de aullar y maldecir a los pájaros, ni de anunciar su próxima extinción. Mientras tanto, los viejos agrupados en la cúpula de la plaza, a dos cuadras de allí, recibían al tiuque que les traía su parte: para que el alcalde nunca más hiciera la vista gorda, para que nunca más hiciera como que no existían. Ahora los vería todos los días, hasta que llegara el final -aquella promesa de ríos desbordados, lluvias diluvianas y una ciudad desaparecida bajo las aguas- y sólo quedaran las aves que comprendieron a sus abuelos, las herederas, las que por mendigar nunca perdieron su dignidad.

(Moebius)

lunes, 25 de agosto de 2014

política subversiva corporal (al cagar)

Ataque al status quo en dos frentes:

La velocidad de la cagada es directamente proporcional al nivel de modelación que usted ha absorvido de la digna sociedad donde nació y, por supuesto, aprendió a cagar.

Yo propongo tomarse un tiempo de relajación. Ojalá la tasa acolchada, ojalá un choapino bajo sus descalzos pies. Se trata de ir aprendiendo a abrir otro ojo mirando hacia fuera sin temer. Dejar salir pausadamente, sin apuros. Un nuevo control de esfínter, menos agresivo, expuesto al sentir. Relajándose así hasta de leer dan ganas, lo que nos lleva al segundo frente de ataque: qué y a quién leer mientras se caga. 

Tal vez a insignes intelectuales o a connotados poetisos, espíritus modernos y mestizos. A diversidad de creadores, quizá conservadores, rebeldes, académicos establecidos, marginados de la ciudad letrada, advenedizos. Todos los leídos deben ser deshonrados por aromas, texturas y sonidos precisos. A su vez, los escenarios y situaciones ingresarán en el cuerpo expuesto, que mientras expulsa excremento es penetrado por la literatura.

Este es un acto político del cuerpo, una desprogramación de la concepción sobre el cagar cotidiano que lo ve como algo infecto, repelente, que debe hacerse diligentemente. 

Quizá puede acusárseme cierto ánimo intelectual por proponer una acción subversiva mediante lectura. Pues entonces soy más preciso: es una proposición para quienes compartan un espíritu lector obstinado y un afán del cuerpo por liberarse. Leer y cagar son dos campos de batalla fundamentales en mi lucha personal contra el capitalismo heteronormativo, podrían serlo también de alguien más.

Yo creo que las mentes se abren al abrir sus anos frente al espejo de la literatura.

viernes, 22 de agosto de 2014

Trabajo de campo en Punkeke I

-¿Ya llegó el etnólogo?
-Sí, comandante.
-Tráiganlo inmediatamente.

Dos soldados escoltaron al joven profesional a la oficina del comandante Bowi. El lugar era lúgubre, con cinco lánguidas pantallas que transmitían tanto el trabajo en la refinería como en los primeros sembradíos de palta. Hasta ahora las plantaciones sólo se estaban instalando en la región de Akratarka, aunque el plan era extenderse por todo el continente en menos de un año. Por eso el trabajo de Croox era importante, debía convencer a los lanapunk renegados de reinstalarse en Eizazie en poco tiempo. Y en Akratarka había al menos dos comunidades nativas, su trabajo debía comenzar de inmediato.

-Bienvenido a Punkeke, Hanzi Croox.
-Comandante Bowi, es un honor haber sido seleccionado para esta…
-Sí, pasemos un poco de las formalidades, por favor. Usted sabe para qué fue contratado y lo mejor sería que empiece cuanto antes. Mañana a primera hora se le facilitará un aerodeslizador para que se acerque a las comunidades. Creo que no es necesario recalcarle la importancia de su labor.
-Pero no sé manejar…
-No se preocupe, lo acompañará Maixiam, una joven lanapunk que trabaja con nosotros en la refinería. A pesar de ser aborigen es bastante decente, lo ayudará con el idioma y cualquier dificultad que tenga con los nativos de Akratarka.
-Gracias señor, haré todo lo que esté a mi alcance.
-Espero que esté a la altura de las circunstancias. Tengo entendido que se graduó con honores de la Universidad de Antares.
-Sí, bueno…
-No se hable más. Tiene un mes estándar para efectuar el convencimiento y el traslado de los lanapunk de la región, cuento con usted.
-Gracias señor.

Hanzi fue escoltado por los dos guardias hacia su habitación en la base, un cubículo con olor a desinfectante, una cama y un velador con una bola de luz sobre él. Se echó sobre la cama y sacó su pantalla de texto para leer un rato antes de dormir. Estaba releyendo la etnografía de los lanapunk escrita por el Doctor Fabius Cocq hace 250 años: “Alegría y Rebelión: los lanapunk de Punkeke”. En ella se describe una sociedad ecologista e igualitaria, muy distinta a las descripciones de los informes que le facilitaron los milicos. Dejaron la cagada, piensa Hanzi, mientras se desabotona la camisa para acostarse. No durmió muy bien, tuvo un sueño algo alborotado en el cual subía un médano infinito. A medida que avanzaba veía como los demás escaladores se iban rindiendo, llenándose el camino de cadáveres que eran prontamente cubiertos por la arena. No era una carrera, sin embargo lo estaba dando todo por llegar a la cima, donde lo esperaba una tranquila seguridad. La cumbre ya estaba cerca, con un brillo abrumador. Sólo quedaban dos escaladores, él y una criatura de varias patas que, aunque nebulosa, tenía un hocico con colmillos de los cuales chorreaba sangre fresca. El bicho se detuvo y lo miró directamente a los ojos, entonces se acercó a él en un instante y le mordió el pecho, del cual borbotó sangre y estrellas. Hanzi despertó sobresaltado, prendió la bola de luz y miró su reloj, aún quedaban 3 horas para la partida, aunque ya era mejor prepararse.

Luego de vestirse y arreglar su bolso se dirigió a la sala común para desayunar. Tomó una de las bandejas y fue a sentarse a una de las mesas que estaba vacía, pues no tenía ganas de intercambiar palabras con nadie. Iba en la mitad de su bebida proteínica cuando una figura espigada se sentó frente a él. Era alta, casi esquelética, con un pelo rojo levantado en puntas.

-Hola, ¿tú eres el famoso etnógrafo que viene a engrupirse a los lanapunk? ¿No te da vergüenza venderte así al Cardumen?
-Hanzi Croox, etnólogo, ¿con quién tengo el gusto? –respondió él, intentando disimular su rabia, con dificultad. Como si necesitara que le recordaran lo despreciable de su trabajo.
-Maixiam, empleada de clase 3 en la refinería –respondió ella, con un gesto burlón-. Supongo que no soy quién para reprocharte nada, soy una yanaukuanay.
-Y mi nueva asistente, por lo que me dijeron.
-Pues sí, pero no creas que eso te dará algún tipo de ventaja con los akratarkianos, me odian.
-¿Cómo paras tu pelo? –preguntó Hanzi, tratando de bajarle el perfil a la conversación, aunque sinceramente interesado en la fisionomía lanapunk. Las ocho puntas rojas eran por lo menos el doble de largas que su cabeza, sin embargo se veían bastante firmes.
-A pura voluntad –dijo ella, sonriendo-. No es una moda, ¿sabes? Nacemos así.
-Lo sé, sólo intentaba…
-Relájate compañero –dijo, interrumpiendo las lánguidas palabras de Hanzi, palmeando su espalda con una fuerza desmedida que lo hizo tambalear y derramar un poco de su bebida-. Lo mejor es que termines pronto tu desayuno, nos conviene partir antes de que se asome el primer sol, es largo el camino hacia Tootoot. Te espero en la nave, puerta 3265, ¡Xao!

Ya llevaban una hora de navegación cuando el primer sol del sistema en el cual se encontraba Punkeke asomó por el este. Maixiam conducía concentrada mientras Hanzi revisaba sus notas, en parte sacadas del libro de Cocq, en parte de los informes militares suministrados por el comandante Bowi. La alegre economía ecológica de los lanapunk sufrió una transformación profunda desde que llegaron las milicias del Cardumen, hace tan sólo 20 años. Al menos en Akratarka poco queda de las aldeas autosustentables con sus casas arborescentes. Ahora las residencias lanapunk de los territorios “independientes” se ubican en malogrados bosques y complejas redes de túneles subterráneos. En las ciudades-colonia no es así, más bien proliferan los edificios de hierro y madera, aunque también se hacen algunas techumbres con hojas de la recientemente introducida mega-palta modificada genéticamente.

-Yo nací por aquí –dijo Maixiam.
-¿En Zona 21-K? –Acababa de ver el letrero con la cifra pasar velozmente a su lado.
-Sí y no. Antes de ser plantación se llamaba Pejijep, era un bosque atravesado por un río. Vivíamos sobre tremendos baoboas, teníamos escalas, puentes y hasta sistemas de ascensión  y descenso mediante poleas para quien lo necesitara.

Ahora es plantación atravesada por un regadío, pensó Hanzi con amargura. -¿Qué tan lejos nos encontramos de Tootoot? –dijo para cambiar de tema. No estaba realmente interesado en la vida de Maixiam. Intentaría generar una cierta comunicación entre las comunidades y los intereses del Cardumen, pero evitaría cualquier cercanía sentimental con los nativos. Regla número 1 de la etnografía planetaria, pensó, no establezcas vínculos sólidos con nadie, de lo contrario perderás objetividad. Claro, como si la objetividad fuera algo más que servir a los intereses del poder.

-Estoy revisando mi pad. Calcula unos 400 kilómetros todavía, pero vamos bien, podríamos detenernos para comer algo antes de continuar –respondió Maixiam, sin mostrar indicios de haberse ofendido por el desinterés de Hanzi. Antes de la ocupación militar, la cultura homogeneizante del Cardumen no había logrado penetrar en la libertaria mentalidad de los lanapunk. Los pads fueron introducidos luego de la invasión, devastando la inteligencia y el poder crítico de las generaciones más jóvenes, aunque también desplegando un potencial creativo a través de la apropiación que algunos lanapunk hicieron de los productos foráneos ofrecidos a través de las curiosas pantallas. Esto es más bien un pobre consuelo, pensó Hanzi. La cultura originaria de Punkeke fue prácticamente desmontada, obligando a los sobrevivientes de la masacre a asimilar las formas de vida promovidas por el Cardumen. El pad, introducido en el cerebro de todos los individuos del Cardumen mediante una cirugía obligatoria, se ocupa de infoxicar a los usuarios de la Red, con noticias de guerra, terrorismo, crímenes y, sobre todo, de la farándula transplanetaria. La información accesible varía de planeta en planeta, los poderes del Cardumen se encargan de dosificarla cuidadosamente y de bloquear ciertas redes, para debilitar el poder organizativo de los nativos.

continuará

sábado, 9 de agosto de 2014

¿continuará?


miércoles, 6 de agosto de 2014

Extracto del Diario de Hanzi Croox

Los lanapunk vivían en paz. No eran muy activos, una que otra artesanía, una que otra revolución, pero nada muy concreto. Al contrario de lo que piensa el vulgo, no eran rancios, más bien se trataba de una cultura mística y naturista, de políticas anarkoveganas y de creencias budistorockeras. Las formas de los lanapunk son ambiguas, humanoides, sí, pero de todas formas y géneros. Desarrollaban sus vidas en aldeas ecológicas autosustentables. Entre apocalípticos e integrados se logró establecer un precario equilibrio que, tras 4000 años de paz, demostró no ser tan precario. Pero todo eso cambió cuando llegó el comandante Bowi con su ejército de chacales, transformando la superficie del planeta, haciéndolo productivo para integrarlo a la Red de Mundos (también conocida como el Cardumen). Miles de naves surcaron los cielos de Punkeke, con ellas destrucción, lanzamiento de bombas, despojo de aldeas, violaciones y los tristemente típicos excesos de la guerra. ¿Pero puede llamarse guerra a esta masacre? Los apaleados sobrevivientes lograron resistir en medio del desastre, de la peste, comiendo basura, inyectándose drogas, mientras los soldados de Bowi, con sus pelucas victorianas, engrillaban al que pillaban y lo introducían dentro de la máquina, haciéndolos parte del engranaje invasor, creándoles necesidades insólitas, formas de vida inimaginadas, integrándolos a las colonias como la clase más baja: sirvientes y proletarios, mano de obra prácticamente esclava.

Quienes lograron escapar del descalabro invasor crearon comunidades subterráneas donde el alcohol y las drogas discurrían como los ríos de desechos que los circundaban. Así, su cultura derivó en una variante autodestructiva, callejera, pestilente, descascarada y malograda. Pero aun quedaban huellas de las viejas creencias y la semilla revolucionaria se plantó en el corazón de la resistencia en los tiempos en que llegué a Punkeke. Yo estuve ahí en tiempos del desorden, lo vi todo con mis seis ojos, hace muchos años atrás. Fui enviado por el Ministerio de Asuntos Aliendígenas, dependiente del gobierno central del Cardumen, para negociar con los pocos nativos que se resistían a la implementación del proyecto 37Z. Éste consistía en la reubicación de los sobrevivientes no asimilados en el satélite más grande de Punkeke, Eizaziedonde se estaba preparando una comunidad artificial -aunque debería llamarse más bien campo de concentración- capaz de satisfacer sus necesidades básicas, al menos por un tiempo. Todo esto era necesario para transformar el planeta en una mega plantación de paltas, cosa de satisfacer las insaciables necesidades de la Red en esas lindes de la galaxia.

La de Punkeke fue mi primera experiencia de trabajo luego de titularme de la Universidad de Antares. Si bien fui reconocido como uno de los mejores estudiantes que la escuela de Etnología-Cósmica había cobijado, yo me sentí siempre un engaño. Nunca se me hizo difícil aprender lo que aquellas infectas pantallas de texto me obligaron a memorizar, pero rara vez sentí una motivación real para hacerlo. Creo que estudié esta carrera a causa de mis gustos eclécticos, no por un activismo político ni algo por el estilo. Si bien no estaba de acuerdo con las atrocidades que el Cardumen llevaba a cabo para seguir expandiéndose por el universo, nunca había hecho nada para ir en contra de lo que entonces pensaba como el devenir natural de nuestra especie. Hasta que llegué a Punkeke.

Continuará

martes, 22 de julio de 2014

biografía social de un vampiro, capítulo 0 y 1/2

Pucara camina por las pestilentes calles de Valparaíso. Tiene más de tres mil quinientos años, pero asemeja a un joven de treinta. Moreno, de estatura media, cabello negro y poco vello, pasa desapercibido en los países latinoamericanos, aunque ha tenido uno que otro entuerto en sus viajes por Europa, sobre todo desde el siglo XX. Sus sentidos son más efectivos que los humanos, por lo que el hedor a orines de la ciudad lo marea un poco. Sin embargo, camina decidido en pos de su objetivo, encontrarse con la extraña criatura que lo convocó mediante una breve misiva:

Pucara, descifré las señales repartidas en algunos documentos, dando así con vuestra dirección. Le escribo, respetuosamente, para concertar una reunión con usted, puesto que estoy interesado sobremanera en los pormenores de su vida, larga y enmarañada aunque, a su vez, frugal y misteriosa. Lamentablemente, por razones de incapacidad física, no puedo abandonar mi residencia, ubicada en Valparaíso, específicamente en el Cerro Concepción. Mi mayor deseo es conocer los entretelones de vuestra vida, a fin de escribir una biografía basada en ella. Soy un firme creyente en la libertad de la vida y el fin del anonimato entre las especies no humanas. Mi caso es como el suyo, un silencio mítico me enclaustra en una vida de agasajos, pero también de aburrimiento, por lo que deseo aportar, a través de su historia, con el despertar y la apertura de la sociedad humana, a fin de poder desplazarnos por ella sin problemas, sin temor. Al final de la carta adjunto mi dirección, en caso de que su respuesta sea afirmativa y se decida a visitarme. Agradecería infinitamente su colaboración en este proyecto. 

Se despide, cariñosa y respetuosamente, 


La caligrafía de la carta era extraña, un poco errática y desordenada, además, el sobre tenía un ligero olor a amoniaco. De todas formas, Pucara decidió ir al encuentro del misterioso emisor, pues hace tiempo tenía ganas de repasar su vida, y qué mejor forma de hacerlo que a través de una entrevista que podía (y debía) derivar en un libro. Hacer masivo el conocimiento de la existencia de los de su especie no era cosa menor, pero al parecer la sociedad latinoamericana ya estaba lista para ello. El fanatismo de algunos jóvenes (ahora viejos) llamados góticos o dark en el siglo pasado abrió las puertas a la posibilidad. Aunque será inesperado que los primeros vampiros no sean europeos, como tanto tiempo se pensó gracias a esa literatura fruncida y edulcorada proveniente de aquellas latitudes o de sus colonias. Rumania, Alemania, Francia, Nueva Orleans… no son más que supercherías, piensa Pucara. Los vampiros nacieron en América, en Latinoamérica para ser exactos, y él fue uno de los primeros. Tiempos silenciosamente violentos lo vieron brotar desde las fuentes sacrificiales de Chavín de Huántar, y tiempos violentos lo verán emerger desde el bullicio masivo del siglo XXI. Poco ha crecido la humanidad espiritualmente. Entendible, quizás, a causa de su esencia mortal. Corto es el tiempo que tienen para crecer y aprender.

Concepción 191, timbre 4, esa es la dirección. Pucara ya está allí, pero en la carta decía que debía esperar hasta las once de la noche, por razones que luego le explicaría su anfitrión. Se instala al frente del edificio, sentado en las escaleras de una puerta de principios del siglo XX, bastante deteriorada. Qué ciudad más malavenida, piensa el vampiro, aunque ha visto tantas ciudades surgir y caer que no debería sorprenderle. Sin embargo, siempre es triste el deterioro de lo material y lo cultural, cavila, como normalmente hace cuando está aburrido. Ya es tarde y el hambre comienza a corroer sus secas venas. Tal vez sea hora de un tentempié.


[continuará]

lunes, 21 de julio de 2014

la lógica del borrador

Habimos gente incapaz de terminar la mayoría de nuestras ideas. Vamos a medio camino y aparecen otras, entonces nos desviamos, damos vueltas de carnero, caemos parados o de poto, y empieza un nuevo proyecto, dejando inconcluso el anterior. Quizás (probablemente) es una mala costumbre provocada porque nunca solté el lápiz mina, o si ocupé tinta el cuaderno se llenó de tachaduras, na' de corrector guataesapo. Y acá, en digital, todo es un borrar cortar pegar agregar. 

Nunca terminé mis cómics, nunca los entinté, nunca cerró historia alguna. Mis cuentos para qué decir, los pocos que escribí o que me atreví a escribir ahí quedaron, empolvándose en cuadernos abandonados. Y eso es lo que tiene el blog: sirve para esta interminable fiebre de ideas inconclusas. La soledad del blog, donde apenas tres amigxs leen las ocurrencias de un sujeto que se declara incapaz de crear un producto completo.

Este mismo texto, que era una idea decente según yo, ahora cae y recae. Pensé que tenía algo que decir y quizás ese fue mi error. Uno siempre dice, aunque sea mediante fragmentos. Algo bueno debe tener seguir la lógica del borrador permanente, una cierta libertad. Pero no se vaya a confundir con libertinaje, diría mi abuelita. 


jueves, 17 de julio de 2014

hallazgos selváticos

del cuaderno de literatura indígena, año 2012



miércoles, 9 de julio de 2014

La Torre Oscura I: El Pistolero

Primera novela del ciclo de La Torre Oscura, la magnus opus de Stephen King. Trata sobre Roland, último pistolero -proveniente de una especie de orden feudal- y la persecución que emprende contra El Hombre de Negro, personaje espectral que tiene que ver con el pasado de ambos. En ese camino nos enteramos de algunos aspectos de la personalidad de Roland a través de su relación con personajes que va pillándose en un camino algo desértico, del medio oeste, con un oasis por ahí, una estación abandonada por allá y uno que otro ser mágico benigno o maligno. Paralelamente a la acción, Roland se sumerge en reflexivas revisiones de su pasado, enterándonos gracias a ello de su historia personal y el orden social bajo el cual vivía.

Todos estos son primeros vistazos a un universo extraño, con influencias tanto de El Señor de los Anillos como de las películas de Clint Eastwood (el mismo King lo dice en su introducción a la nueva edición del año 2003, algo aumentada por alrededor de 30 páginas, la que me agencié para leer), con algunos toques de ciencia ficción, dicen, en las siguientes novelas.

2014 [1982]
Editorial de Bolsillo
Buenos Aires
Western metafísico -aunque se me hizo tedioso tanto desierto- con algo de suspenso. El libro es entrete, una especie de El Topo en novela, pero al igual que en la película de Jodo, quedan miles de preguntas sin respuesta. En este caso no se trata de un tema de interpretación libre, sino de que la saga de La Torre Oscura está compuesta por otros siete libros. Eso es lo malo de El Pistolero, que no se vale por sí mismo. Leer la novela es pasar un buen rato, no lo niego, pero todo queda demasiado inconcluso, y me parece que es necesario leer el(los) siguiente(s) libro(s) para que la historia adquiera sentido. No queda otra que conseguirse la continuación: La Llegada de los Tres. Se me hace que es mejor leer este libro con sus hermanos, ya que individualmente es algo ingrato. Pero la tragedia no termina allí; leí por ahí que algunos personajes y circunstancias se cruzan con los de otras novelas de King. Yo no soy conocedor de su obra, este es el primer libro que leo de él (y claro que he visto un montón de películas basadas en sus historias, pero no es lo mismo), así que no disfrutaré tanto esas intertextualidades que de seguro son para el regocijo de los entendidos.

No queda otra que conseguirse el siguiente libro. Antes vendían hartos en FeriaMix, aunque siempre del III en adelante me parece. Nunca estaba el I, por eso cuando lo pillé en la feria del libro de la San Sebastián no me quedó otra que adquirirlo. Ya no existe FeriaMix y no hay ferias de libro hasta no sé cuándo (si nunca hay casi en Valdivia), así que sinceramente creo que no hay pa' cuándo encontrar el segundo.