lunes, 9 de marzo de 2015

Arte y Vida 7

28 de febrero
Hoy fue nuestro gran día. Entre el jueves y viernes arreglamos todo, Dana nos ayudó a conseguir algunos de los materiales necesarios, ¡se ha pasado! Desde que nos conocimos no ha dejado de venir al parque en las tardes, hemos conversado harto y nos ha empujado a efectuar nuestra primera gran obra de importancia: una performance en el anfiteatro del parque Juan XXIII. Lo alistamos todo para esta tarde, a las 19 hrs., momento en que cambió la historia del arte en Chile.

Resulta que en los dos días precedentes nos dedicamos a repartir panfletos invitando a una obra de teatro fantastma en el parque: "Mefistófeles el Miserable". Dana se encargó de promocionar el evento en las redes sociales. No creímos que nos darían tanta bola, pero daba igual, aunque fueran pocos los asistentes, presenciarían un evento de trascendencia capital. Cuando ya estaban todos ubicados en sus asientos de piedra (las abuelitas llevaron cojines, por suerte) comenzamos: Faisán salió a escena desnudo, sólo con una caja en la cabeza y una banda presidencial cruzando su pecho. Luego, Dana que nos ayudaba como tramoya lo roció desde arriba con pintura, roja, blanca y azul. Faisán gritaba como un condenado, declarando la muerte de Dios, su resurrección y su muerte otra vez, por todos los días hasta que el universo se contrajera. Entonces aparecí yo, con cabeza y alas de pájaro y me estrellé contra el escenario. Con las alas rotas, comencé a declamar:

Se acabó la esclavitud, somos libres, nadie tiene que pensar nunca más. Vengan, entren a mi red social [mientras tanto Faisán lanzaba mouses y pendrives de cartón al público], prediquen sus opiniones, ofrezcan sus verdades prístinas, miren, miren y miren las imágenes, ellas son sus nuevos padres, ellas son sus nuevos dioses [Entones Faisán gritó, mientras hacía girar su cabeza de caja, que en cada cara tenía dibujado un meme famoso:] Mírenme, soy un meme, soy la luz, soy la crítica social, soy el intelecto actual, soy el discurso de las mayorías, soy el ingenio y el amor, soy mamá y papá [Dana, convenientemente parapetada tras un biombo con forma de F, se dedicó a lanzar consignas tales como: ¡Me gusta!, ¡Toque!, ¡Tuit!, ¡Post!, ¡Compartir, compartir, compartir!, mientras yo, aún disfrazado de pájaro, me bañé con un balde de pintura azul y comencé a bailar desenfrenadamente, convulsivamente. Faisán continuaba:] Soy la libertad de expresión, soy el microfundamentalismo, soy el fascismo de la era digital, soy el rey y la reina del desfalco, soy yo, yo, YOOOOOOOOOOOOO.

A esas alturas el público ya estaba escandalizado. Muchos se habían retirado con sus hijos, asustados, otros nos miraban divertidos. De pronto una voz gritó: "¡Están locos, quémenlos!". Nos empezaron a lanzar latas de cerveza, chorreando el escenario y al poco público que quedaba. No nos importó demasiado, ya habíamos terminado, la gente tendría de qué hablar mañana. Más gritos sucedieron al primero: "¡Háganlos cagar, allá está el árbol!" En ese momento temí, porque reconocí la voz, era Vero. Poco después de la interrupción de les cerdepunks llegaron los pacos. Con Faisán y Dana corrimos al árbol, sólo para descubrir que estaba quemándose junto a todas nuestras posesiones. ¡NOOOOOO! gritó Faisán, al hallar su piedra, negra entre los restos de lo que fueran nuestras cosas. Nunca lo había visto tan rabioso, buscó con la mirada a algún cerdepunk y con una puntería asombrosa lo golpeó con la piedra -el cadáver de su querida mascota- en la cabeza, desmayando al niño-niña en el acto. Asustado por lo que hizo, nos impulsó a correr, lo que hicimos sin parar hasta encontrarnos en la plaza Ñuñoa. Allí tomamos agua, nos lavamos la cara y recuperamos el aliento ¿qué haríamos ahora? Dana ofreció su casa para que pasáramos la noche, así que acá estamos ahora, excitados y asustados por lo sucedido.

1 de marzo
Dormimos en el departamento de Dana. En las noticias mencionaron nuestra performance y la cagada que quedó después. Hubo entrevistas a visitantes del parque, unos celebraban y otros reprobaban la acción, algunos incluso dijeron conocernos, aunque luego se arrepintieron porque los pacos y los ratis nos andaban buscando para interrogarnos, así que se los llevaron a declarar. Nos enteramos de que le cerdepunk golpeado con la piedra estaba hospitalizado en el Calvo Mackenna, ¡era un pendeje de 13 años! Faisán se paseaba de un lado a otro de la habitación, arrepentido de su accionar, sumamente preocupado por el destino de ese ser despreciable. Lo tranquilizamos diciéndole que sin duda merecía el golpe, al fin y al cabo destruyeron nuestro hogar. "No creo que pase a mayores, dijeron que era tec cerrrado, lo tienen en observación nomás, luego lo quieren internar en el psiquiátrico eso sí", dijo Dana, que estaba más pendiente que nosotros de las noticias. 

Nos alegró que en la sección cultural del noticiario artistas como Papas Fritas y Diamela Eltit celebraron nuestra osadía. Intelectuales como Gastón Soublette declararon nuestra poética como un acontecer de aire fresco y agua clara en la árida escena cultural chilensis. Estábamos siendo ovacionados y admirados por artistas que respetamos, pero también estábamos siendo buscados por la policía ¿qué nos deparará el mañana?

1 comentario:

Pájaro Verde dijo...

Perfectooooooooooo!!
me viste reír :D